miércoles, 17 de agosto de 2011

Habemus Hostias!!!

Este sábado en mi pequeño pueblo del pirineo, las campanas del monasterio repicaron durante 15 minutos. Habitantes, comerciantes y visitantes del lugar salimos a la calle a ver que pasaba, lo primero que me extraño fue ver al municipal de turno cortando el tránsito, cuando dirigí la vista hacia su brazo represor vi una masa de jóvenes ataviados con bermudas, chancletas y sombreros panamá siguiendo estandartes de los cuales no supe descifrar la procedencia, tampoco no sabía de donde venían marchando en bloque, tan contentos y divertidos, mirando a todos lados con aquella cara triunfal de Vini, Vidi, Vinci!


Inquieta por la incursión pregunté a una mujer mayor que tenía al lado quiénes eran estos jóvenes que en lugar de estar disfrutando del sol, iban aplaudiendo y cantando por las calles y me miro un poco enojada para luego decirme, "son los peregrinos que han venido de fuera para ver al Papa que viene a Madrid esta semana", pero pensaba yo, esto debe de ser otra cosa, porque si el Papa viene a la capital del Estado, qué hacen estos a más de 700 kilómetros del epícentro de la visita. Pero no, eran ellos, eran parte de los peregrinos de 193 países que se han dado cita por estos días en tierras ibéricas para ver a su ídolo, a su artista principal: ´The Pope`.


Así, los adolescentes que perturbaban la paz de mi pueblo eran parte de los cientos de miles de jóvenes que, por estos días, besan suelo español para asistir a la celebración de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud y que llegaban -en procesión sin santo- a las casas de fervientes católicos que los habían acogido a cama y mesa. 


Pero esto es sólo la guinda del pastel, lo peor no es que las campanas dejarán casi sordos a los españoles de todas las comunidades autónomas, pues a la llegada de los peregrinos, desperdigados como estaban, supongo que los repiques incesantes se hacían en un intento de comunicarse -entre ellos- que todos estaban sanos y salvos; lo peor y más escandaloso de la visita de Benedicto XVI son los 100 millones de euros que le cuestan al Estado español y a sus amigos de las altas esferas, la vueltecita que el Papa más fashion de la historia contemporánea se dará por Madrid para ver la Cíbeles y asistir al Escorial donde los reyes católicos le besaran la mano. 


Es de lo más urticante que en los tiempos de ajustes y recortes sociales que vivimos, se gasten 100 millones de euros en un evento religioso con dinero del Estado español, de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Madrid, según se estima, sólo en servicios de seguridad, sanidad, limpieza y prestación de inmuebles públicos se van 25 milloncitos públicos, otros 25 proviene de colaboraciones de empresas de las que son patronos las personas de la Fundación “Madrid Vivo" y el resto, o sea 50 millones más, se recaudan de la colaboración personal de los asistentes al gran encuentro. 


Como en un macro concierto se han habilitado servicios públicos para el sonado evento, la diferencia, es que mientras en el primer espectáculo se montan sólo lavabos para las perentorias necesidades de los asistentes, en el segundo, el convocado por Benedicto XVI, cuentan  además con 200 confesionarios y sacerdotes hábiles en el dominio de lenguas para aceptar arrepentimientos hasta en 12 idiomas.


Por estos días se reparten muchas hostias en Madrid, las que dan Benedicto y sus amigos y las que también han repartido los policías a los participantes de la marcha convocada por 140 asociaciones laicas y católico progresistas, que no quieren que sus impuestos sean gastados en suntuosas visitas. Con 100 millones de euros y el fondo de armario del papa se arreglaba el hambre de la sequera africana. 


Y si la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud era imprescindible, con una videoconferencia desde el vaticano y pantallas gigantes repartidas por las plazas del mundo ahorrábamos dispendios varios y además nos evitábamos las campanadas que pusieron nervioso a más de un transeúnte, o quizás sólo a mi, pero yo; Yo ya soy un transeúnte. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tus comentarios a mis catarsis y así ya seremos dos haciendo terapia.